Pongamos que hablamos de Eva y Sergio

Una boda con invitados muy especiales y con dedicatorias muy emotivas, aquí os dejo uno de esos poemas, uno muy sabinero:

 

 

Corría el verano del 93,

Sergio, el joven aprendiz de pintor,

conocía a Eva tomando el sol.

Pasaron años de zumo de neón,

güisqui sin soda, sexo sin boda…Y hotel dulce hotel…

Años de mentiras piadosas,

para no decir, esta boca es mía.

Pero con el tiempo pasaron del jugar por jugar,

del yo, mi, me, conmigo y del teléfono ardiendo en la cabina,

al y sin embargo te quiero…

Y un día, el joven aprendiz de pintor de Getafe

se dio cuenta de que sin su princesa de la boca de fresa de Chamberí

estaba perdido como un quinto en día de permiso,

como un santo sin paraíso, como el ojo de un maniquí…

Y hasta hoy, que Sergio, tan joven y tan viejo,

si que espera a Eva a las 12 en el juzgado,

para decirle que contigo, desafío al oleaje, sin timón ni timonel.

Y hoy todos brindaremos a vuestra buena salud,

y bailaremos, soñando con los pies,

el roncanrol de los idiotas hasta las 6 de la mañana.

Que la vuestra sea la canción más bonita del mundo.

Y por supuesto, que todas las noches sean noches de boda,

y que todas las lunas sean lunas de miel.

Sed muy felices amigos.

Raquel y Ramón que os quieren.

Madrid, 09 de Julio de 2016

 

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